La Academia Estadounidense de Pediatría (APP, por sus siglas en inglés) emitió una nueva guía de bioseguridad sobre la prevención del COVID-19 para las escuelas que apoya el aprendizaje presencial, por lo recomendó el uso universal de, tapabocas o mascarillas en los centros educativos para todas las personas mayores de 2 años.

En la pauta se señala que “la AAP cree que, en este punto de la pandemia, dado lo que sabemos sobre las bajas tasas de transmisión en la escuela, cuando se utilizan las medidas de prevención adecuadas, junto con la disponibilidad de vacunas eficaces para los mayores de 12 años, los beneficios de la escuela en persona superan los riesgos en todas las circunstancias”.

La propuesta

Para el gremio de pediatras, una de las principales propuestas es que todos los estudiantes mayores de 2 años y todo el personal de la escuela deben usar tapabocas en la escuela a menos que tengan una condición médica o de desarrollo que lo prohíba.

“Durante la pandemia de COVID-19 descubrimos que la presencialidad en las escuelas es la mejor forma para los niños y los adolescentes aprendan. Muchos estudiantes también obtienen en la escuela los recursos vitales que necesitan para prosperar”.

Sin embargo, cuando el nuevo año escolar comience el próximo otoño, muchos estudiantes todavía no serán elegibles para recibir las vacunas contra el COVID-19. Esto los pone en riesgo, ya que el virus que causa el COVID, el SARS-CoV-2, continúa propagándose con variantes que son más contagiosas y pueden causar enfermedades más graves.

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Para garantizar que los estudiantes y el personal puedan mantenerse saludables, además de estar físicamente juntos en la escuela, aquí hay recomendaciones clave de seguridad:

Qué pueden hacer las escuelas pra mantener a los estudiantes seguros

Vacunas contra el COVID-19

Todos los adultos y niños mayores de 12 años que actualmente son elegibles para recibir las vacunas contra el COVID-19 deben estar completamente inmunizados al comienzo del año escolar. Se considera que las personas están completamente vacunadas dos semanas después de su segunda dosis en una serie de dos dosis, como con las vacunas Pfizer o Moderna, o dos semanas después de una vacuna de dosis única como la de Johnson & Johnson.

Tapabocas

Todas las personas mayores de 2 años deben usar tapabocas mascarillas que cubran la nariz y la boca, especialmente si no están vacunadas contra el COVID-19 o han optado por no recibir la vacuna. Esta es una herramienta simple y probada para ayudar a detener la propagación del virus.

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Cuando se ajustan bien y se usan correcta y consistentemente, las mascarillas son efectivas y seguras de usar durante largos períodos de tiempo, como durante el día escolar. La gran mayoría de los niños, incluso aquellos con afecciones médicas, pueden usar máscaras faciales de manera segura y efectiva con la práctica, el apoyo y el ejemplo de los adultos. Hable con el pediatra de su hijo sobre ciertas condiciones médicas y de desarrollo que prohibirían el uso de mascarillas.

Distanciamiento físico

Los estudiantes deben permanecer al menos a 3 pies (1 metro) de distancia dentro de las aulas cuando sea posible. En general, los CDC recomiendan que las personas que no estén completamente vacunadas mantengan una distancia física de al menos 6 pies (2 metros) de otras personas que no sean de su entorno u hogar. Sin embargo, varios estudios del año escolar 2020-2021 muestran niveles bajos de transmisión de COVID-19 entre estudiantes en escuelas que tenían menos de 6 pies de distancia física cuando la escuela utilizó otras estrategias de prevención, como el uso de máscaras.

Cuando sea posible, las escuelas deben usar espacios al aire libre y espacios no utilizados para la instrucción y las comidas para ayudar con el distanciamiento. Las actividades como cantar, tocar instrumentos y hacer ejercicio, por ejemplo, son más seguras al aire libre y dispersas.

Rutinas del aula

Para ayudar a limitar la interacción de los estudiantes fuera del aula, las escuelas deben considerar:

Hacer que los maestros se muevan entre las aulas, si es posible, en lugar de que los estudiantes llenen los pasillos durante los períodos de transición. Los horarios en bloque (menos clases en un día determinado y asignaturas optativas en períodos de tiempo más cortos) pueden ayudar a limitar el cruce de estudiantes y maestros.

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ermitir que los estudiantes coman almuerzos en sus escritorios o en grupos pequeños al aire libre en lugar de en comedores abarrotados. Debido a la necesidad de quitarse las mascarillas mientras se come, es mejor mantener a los estudiantes no vacunados a una distancia de seis pies (2 metros) durante el almuerzo.

Dejar las puertas del salón de clases abiertas para ayudar a reducir las superficies de alto contacto, como los pomos de las puertas.

Cuando el clima y la calidad del aire lo permitan, abrir las ventanas y puertas para mejorar la circulación del aire. Se pueden utilizar ventiladores ubicados estratégicamente, que promuevan la circulación o disminuyan el aire estancado, para mejorar la circulación del aire exterior.

Testeos

Los CDC recomiendan que se ofrezcan pruebas de detección a los estudiantes que no han sido vacunados de manera completa cuando hay niveles más altos de casos de COVID-19 en la comunidad. Las pruebas de detección también pueden ofrecer protección adicional para las escuelas que no pueden proporcionar una distancia física óptima entre los estudiantes. Se deben ofrecer pruebas de detección a todos los maestros y personal que no hayan sido vacunados con todas las dosis. Para ser eficaz, el programa de detección debe realizar pruebas al menos una vez por semana e informar los resultados rápidamente (en un plazo de 24 horas).

Se recomiendan las pruebas de diagnóstico cuando alguien tiene síntomas de COVID-19 o una exposición reciente conocida o sospechada al virus.

Controles de temperatura

Es posible que no sea factible tomar las temperaturas de los estudiantes en la escuela. Sin embargo, las familias deben monitorear la salud de los estudiantes y mantenerlos en casa si tienen fiebre de 100.4°F (38°C) o más, o cualquier signo de enfermedad.

Exposición

Los niños parecen menos propensos que los adultos a tener síntomas y enfermedades graves por COVID-19. Algunos estudios también sugieren que los menores de 10 años pueden tener menos probabilidades de infectarse y propagar la infección. Pero, especialmente con las nuevas variantes de virus en circulación, las escuelas aún deben planificar las exposiciones.

Si un estudiante o miembro del personal tiene contacto estrecho con alguien que se sabe que está infectado con SARS-CoV-2, debe ponerse en cuarentena según lo recomendado por los funcionarios de salud pública locales, a menos que haya recibido todas las dosis de la vacuna. Se sabe que una persona está infectada si tiene una infección o enfermedad confirmada compatible con COVID-19.

Generalmente, la cuarentena es de al menos 10 días desde la última exposición o 7 días desde la última exposición con una prueba negativa al menos 5 días después de la exposición.

Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
NOTIEXPRESSCOLOR . COM

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