Adriana Rivas, de 68 años, está recluida en una prisión de Sidney; se le consideró parte de una brigada de exterminio en Chile.
Un tribunal de Australia se pronunció este jueves (24.06.2021) a favor de la extradición a Chile de Adriana Rivas, presunta torturadora del régimen del general Augusto Pinochet y acusada en el país latinoamericano por la desaparición de siete personas en la década de 1970, entre ellas una embarazada.
La jueza Wendy Jane Abraham del Tribunal Federal Australiano dijo en una breve sesión en Sídney que Rivas «es elegible» para la extradición, al desestimar la apelación que hizo la defensa de la exagente de Pinochet contra el fallo de una instancia inferior, emitido el 29 de octubre y que accedía a su entrega a Chile.
Abraham también ordenó en la vista de este jueves, a la que accedió Efe por videoconferencia, que Rivas pague los costes legales de las autoridades chilenas, que piden su extradición.
La vista se celebró de forma virtual debido a las restricciones de distanciamiento físico y límites a las reuniones impuestas en la ciudad de Sídney por un brote de COVID-19.
The Federal Court of Australia has rejected former intelligence agent Adriana Rivas's appeal against her extradition to Chile, where she faces accusations for the disappearance of seven people during the 1970s.https://t.co/yObVxrLOoY
— SBS Australia (@SBS) June 23, 2021
Adriana Rivas niega las acusaciones
Se presume que la chilena de 68 años, detenida y recluida en una prisión de la ciudad de Sídney desde febrero de 2019, formó parte de la brigada de exterminio Lautaro de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, policía secreta de Pinochet), en donde llegó a ser la secretaria de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.
A Rivas, quien defiende su inocencia, se le atribuye una presunta participación en el «secuestro agravado» de Víctor Díaz, quien fuera subsecretario del Partido Comunista de Chile, en 1976.
También se le ha implicado en la desaparición de Fernando Navarro, Lincoyán Berríos, Horacio Cepeda, Juan Fernando Ortíz, Héctor Veliz y Reinalda Pereira, quien estaba embarazada en el momento de su detención.
Rivas, que niega haber participado en torturas o asesinatos, viajó en 1978 con el que fue su marido a Australia, donde residió después en una vivienda subvencionada en el barrio de Bondi, en el este de Sídney, y se dedicó durante 30 años a labores de limpieza y cuidado de niños.
En 2006 regresó a Chile, donde fue detenida por los casos vinculados a su extradición, aunque después logró escapar y volver tres años más tarde a Australia.
Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
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