“¿Quiénes son ustedes y qué vienen a hacer?”, fue la pregunta de dos personas que reparaban una lancha, al arribo de dos periodistas y un camarógrafo de Ecuador, al corregimiento de Candelilla de la Mar, del departamento de Nariño, en la frontera binacional norte.
Esta población se encuentra ubicada frente a Palma Real, en San Lorenzo, y solo se llega por vía fluvial por el río Mataje. Los pocos habitantes son recelosos y casi no hablan con extraños que llegan a su territorio.
Quienes viven en Candelilla de la Mar reclaman la atención del gobierno de su país y del Municipio
de Tumaco.
Hace más de una década, esta población fue tomada por una facción del grupo guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Hoy cuentan con el resguardo del Puesto Fijo de Avanzada de la Armada Nacional de Colombia, pero no tienen vigilancia policial, según Carolina Bone, moradora.
En marzo de este año, unas 150 familias colombianas de la vereda de Santo Domingo, se desplazaron por Candelilla de la Mar a Palma Real, por un enfrentamiento armado entre los grupos Contadores y de Oliver Sinisterra. Estas familias regresaron a sus comunidades luego de recibir ayuda humanitaria, indicó Daisy Marquínez, presidenta del GAD parroquial de Ancón de Sardinas.
Según la funcionaria, las relaciones y movilidad se mantienen en expectativa por lo que pueda suceder con los grupos armados en Colombia. Por ello pide al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Gobierno y autoridades de Esmeraldas la atención en servicios en caso de un nuevo flujo masivo de desplazados colombianos.
La preocupación en este poblado es que se origine un repunte de secuestros, atentados, extorsiones, luego del anuncio del retorno a las armas por parte de una disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Esta situación generaría delitos en unos catorce municipios del departamento de Nariño, donde también el grupo irregular Águilas Negras, amenazó con hacer una ‘limpieza social’, dando un plazo de diez días para que renuncien varios funcionarios municipales.
También la posible injerencia de carteles mexicanos con candidatos a las elecciones regionales del próximo 27 de octubre, según la denuncia de la fundación Paz y Reconciliación.
Nelson Ahumada, comandante de la Infantería de Marina Nº 4 de Colombia, dijo que la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules, mantiene con la Fuerza de Tarea Conjunta Esmeraldas el flujo de información y colaboración continua, para contener las amenazas del crimen transnacional.
El despliegue de militares de ambos países ha logrado reducir el tráfico ilegal de precursores químicos, combustibles, armas, municiones, explosivos, droga, por pasos clandestinos en vías terrestres y fluviales entre Ecuador y Colombia.
Gustavo Acosta, comandante de la Cuarta División del Ejército Amazonas, afirma que la zona fronteriza de Ecuador se mantiene con una mejor percepción de seguridad, luego de los incidentes ocasionados por alias Guacho, en 2018.
Autoridades de Esmeraldas lamentaron el poco aporte en la seguridad de la zona que ha tenido la Ley de Desarrollo Fronterizo, aprobada en mayo del 2018, por la Asamblea Nacional.
La falta de atención a necesidades básicas como agua potable, infraestructura sanitaria, vial y de servicios, fomento productivo, son evidentes en Mataje, Guadual, La Cadena, Ancón de Sardinas.
Resguardo
En el río Mataje, la estación naval de la Armada del Ecuador resguarda la frontera marítima, pero no tiene puestos fijos en Ancón de Sardinas. A diferencia de Candelilla de la Mar, que tiene uno de la Armada del vecino país y construye un muelle para sus embarcaciones. En Palma Real hay una unidad de Policía Comunitaria (UPC), menos en Pampanal de Bolívar y El Cauchal.