En un giro absolutamente inesperado, Carlos Correa aceptó firmar un contrato de 315 millones de dólares por 12 años con los Mets de Nueva York, después que su acuerdo pendiente con los Gigantes de San Francisco se desmoronó por preocupaciones sobre una lesión de tobillo sufrida por el pelotero boricua hace ocho años.

Una persona al tanto del tema confirmó a The Associated Press el acuerdo con los Mets. La fuente habló a condición de mantener el anonimato porque el acuerdo no se ha formalizado.

The New York Post fue el primer medio en informar el miércoles por la madrugada que el codiciado agente libre de 28 años aceptó un contrato con los Mets sujeto a una evaluación médica, que fue precisamente el problema con los Gigantes.

Las fuentes informaron a la AP bajo la condición de anonimato porque los Gigantes no habían divulgado los detalles del contrato de Correa a 13 años por 350 millones de dólares ni que la conferencia del martes era para presentarlo.

Una persona confirmó que la conferencia de presentación de Correa el martes fue suspendida porque se aguardaban los resultados de los exámenes. Otra fuente dijo que apareció un problema médico durante los exámenes.

El presidente de operaciones deportivas de los Gigantes, Farhan Zaidi, confirmó el miércoles que hubo de hecho una preocupación planteada durante el examen médico.

Boras dijo que había surgido una “diferencia de opinión” sobre la evaluación médica de Correa con los Gigantes, informó el Post.

“Aunque tenemos prohibido revelar información médica confidencial, como Scott Boras reveló, hubo una diferencia de puntos de vista sobre los resultados del examen médico de Carlos”, comentó Zaidi en un comunicado. “Le deseamos a Carlos lo mejor”.

El 25 de junio de 2014, Houston anunció que Correa se había sometido a una cirugía un día antes, debido a que se había fracturado el peroné derecho, deslizándose en la antesala por el equipo de Lancaster en la Clase A. La lesión puso fin a la campaña de Correa.

Nueva York conversaba ya con Correa antes de que llegara al acuerdo con los Gigantes, según el Post.

“En cierto modo fue como retomar esto donde estábamos, y simplemente todo funcionó”, dijo Cohen al rotativo.

Nueva York ganó 101 juegos en la campaña regular la pasada temporada, la segunda máxima cantidad en la historia de la franquicia, y perdió ante San Diego en la ronda de comodines.

Correa, Novato del Año de la Liga Americana en 2015 con los Astros de Houston, tiene un promedio al bate de .279 con 155 vuelacercas y 553 carreras remolcadas en ocho temporadas en las grandes ligas. Ha sido estelar en las postemporadas con 18 jonrones y 59 remolcadas en 79 juegos.

El único aspecto en contra durante la trayectoria de Correa ha sido su físico. Apenas ha alcanzado los 150 juegos en una campaña debido a diversas lesiones.

Correa fue agente libre hace un año al irse de los Astros, y firmó un acuerdo de 105,3 millones con los Mellizos de Minnesota. Ese acuerdo le permitía salirse al cabo de un año y 35,1 millones por volver a prueba en el mercado.

El boricua decidió romper el acuerdo y entrar otra vez a la la agencia libre. Bateó para .291 con 22 jonrones y 64 impulsadas en su única campaña con Minnesota.

Fue seleccionado por Houston en el primer turno general del draft de 2012 y fue clave en el resurgimiento de los Astros, de colistas en el Oeste de la Liga Americana para conquistar el primer campeonato de la franquicia en 2017.

El título de los Astros quedó manchado por un escándalo de robo de señales, y Correa fue abucheado en varias ciudades tras el escándalo.

“Necesitamos una cosa más, y es esta”, dijo el dueño de los Mets, Steve Cohen, al Post desde Hawái. “Con esto estamos colmados”.

Cohen se encontraba en Hawai cuando negoció el contrato con el agente de Correa, Scott Boras, según el Post.

Correa, un campocorto elegido al Juego de Estrellas, sería el tercera base en el elenco estelar de los Mets, mientras su amigo y compatriota puertorriqueño Francisco Lindor continuaría como torpedero.

“Esto significa una gran diferencia”, dijo Cohen al Post. “Pensé que estábamos bien en cuanto a lanzadores. Necesitábamos un bateador más”.

La adquisición de Correa incrementaría el monto del impuesto de lujo en la nómina de los Mets el año próximo al acercarse a los 385 millones de dólares. Tendrían que pagar un gravamen récord de casi 110 millones de dólares, duplicando la marca de 44 millones que los Dodgers de Los Ángeles fijaron en 2015. El monto cambiaría dependiendo si el acuerdo de Correa incluye pagos diferidos o si Nueva York decide transferir a otros jugadores.

Correa le costaría a los Mets 49,88 millones en salario e impuestos en caso que no se haya incluido dinero diferido en el acuerdo.

Los Gigantes aplazaron una conferencia de prensa para presentar a Correa el martes al presentarse un problema durante el reconocimiento médico, de acuerdo con dos personas con conocimiento directo de la situación.

 

 

 

 

 

Fuente: LA Times

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