A raíz del bloqueo de los puentes internacionales, los ciudadanos que deben movilizarse, por razones de salud, familiares o trabajo o estudio, no tienen otra opción que pasar por debajo de las estructuras en los espacios dominados por grupos irregulares.

El paso por las trochas en las últimas horas ha sido cerrado de forma intermitente, se especula que pudiera ser para el contrabando de grandes cantidades de mercancía o para la práctica de otros negocios ilícitos.

Cobra fuerza la información sobre el control de grupos “colectivos”, en los mencionados pasos limitrofes, quienes estarían imponiendo la ley y cobrando a los transeúntes.

En otro sentido, autoridades del vecino país han alertado sobre el peligro que representa el peso de los container, camiones y otros obstáculos colocados en los puentes internacionales Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, La Unión y Tienditas.

Las autoridades neogranadinas temen que la carga cauce daños serios a las estructuras que comunican al Táchira con el vecino país.

El presidente de Fedenaga Carlos Albornoz a través de su cuenta en Twitter también ha alertado sobre movimientos del lado venezolano en el puente de Tienditas, donde se presume estarían reforzando el peso de los contenedores con cemento y otros materiales.

Mientras todo esto sucede, el cierre de la frontera sigue violando los derechos de los ciudadanos y afectado a gran cantidad de enfermos y pacientes que deben dializarse o comprar sus medicinas en Colombia para poder prolongar su vida.

También la Fundación Redes denunció que más de 8 mil niños que viven en Venezuela y estudian en Cúcuta están sin poder estudiar, incluso realizaron una protesta para exigir que se les respete sus derechos a la educación.

Fuente: Caraota Digital

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