La Opinion de Luis González del Castillo

Desde aquel 12 de febrero de 1814 a este de 2019 ¡han pasado 205 años!

Debemos recordar, año tras año y hasta la eternidad, a nuestros jóvenes hérores de la Universidad Real de Venezuela, y del Seminario Santa Rosa de Lima que, comandados por el guariqueño inmortal general de división José Felix Ribas (19/09/1775-31/01/1815), vencieron, en la Batalla de La Victoria, a la tiranía representada por el maligno José Tomás Boves.

Nuestros jóvenes venezolanos, del aquí y ahora, con su coraje e indoblegable resistencia de lucha, ¡vuelven una y otra vez a la carga a demostrar su gentilicio libertario! Con el único escudo de su valentía y honor, en todos los rincones del territorio nacional, demuestran que no están dispuestos a aceptar, ni un año más, la sin razón histórica del “socialismo del siglo XXI”.

¡Dos luchas heroicas en tiempos y circunstancias distintas, sin duda! Pero con un gran elemento común: ¡la libertad! La patria venezolana debe ser liberada del oprobioso régimen castrista, cuyo sistema muy tardíamente confesó el anciano Fidel Castro “no le servía ya ni a ellos mismos”. Sin embargo, ha sido sistema eficaz para corromper y montar redes nacionales e internacionales de privilegios, bajo el control social castrista del método central de controlar los alimentos mínimos y las medicinas que, sin una fuerza armada realmente significativa, controla policialmente a la sociedad para mantenerla secuestrada. Así lo ha entendido nuestra juventud, ¡verdadero oro de la patria!

El régimen de usurpación actual, bajo el rostro títere del castrismo llamado Nicolás Maduro, ha servido a la más abyecta traición a la patria por parte de una cúpula militar narcocorrupta e indigna de cualquier referencia a aquel nuestro Ejército libertador. Supuestos generales del “bajo mando” que debemos llamarles por su nombre: ¡usurpadores de generales es lo que son! Vergüenzas históricas de una patria gloriosa que marchó hacia otros territorios a liberar pueblos hermanos de la opresión.

Hoy, parte de nuestra juventud, se ha marchado al exilio. Desplazados por la traición de quienes han debido dirigir las fuerzas armadas de la patria para defenderles. Generales usurpadores que no parecen tener hijos venezolanos. Cobardes que no interpretaron la lealtad al honor militar del capitán Caguaripano Scott ,y permitieron que lo torturaran. El atropello al general Vivas perteneciente a nuestro verdadero «Ejército forjador de libertades». Los que no entendieron y traicionaron la valentía de un inspector de las fuerzas civiles policiales como Oscar Pérez y su equipo de héroes.

Por ello es imprescindible que la juventud militar de la patria asuma el reto de la generación Guaidó. La juventud militar debe desobedecer en masa a los corruptos e inmorales usurpadores de generales de la cúpula enchufada. Son solo sombras que deambulan por pisos lustrados para exhibir la única pulcritud y brillo de que son capaces. Desorden perverso que han permitido en nuestras barriadas, con nuestras familias, donde a mujeres y niñas se les irrespeta y ultraja en un ambiente depravado de bandas criminales que con las armas de la república dicen llamarse colectivos. Las empuñan  bajo la mirada cobarde de generales usurpadores que les permiten cebarse en las humanidades de nuestras  mujeres humildes, secuestradas por la violencia diaria, a la que son sometidas por el extendido crimen impune sobre el territorio.

La gran estafa del castrIsmo que invadió nuestro territorio silenciosamente que, a pesar de sus problemas y carencias, jamás estuvo luego de las guerras de independencia, hace precisamente más de dos siglos, nunca bajo dominio de país extranjero alguno,como  ahora, con esta triste realidad de ser manejados por los grandes chulos y parásitos del Caribe, los cuales controlan la franquicia de Venezuela como lo han hecho con las FARC y el ELN,  narcos castrocomunistas.

¡Jóvenes oficiales de Venezuela, el Ejército libertador está listo para ustedes! ¡Deben estar ustedes listos a la voz de comando para el ¡Ejército libertador! No se trata de lograr la conquista del poder por las armas. Se trata nuevamente de asumir el logro de la libertad e independencia de Venezuela. Abolir la idea de dejar permanecer un hombre demasiado tiempo en el poder, como lo señalara Bolívar.

Debemos reconstituir instituciones para el legítimo proceso de selección de autoridades del país, mediante unas elecciones libres para un país verdaderamente democrático. Pero antes, como nos ha quedado claro a los venezolanos, debemos hacer cesar la usurpación y hacer renacer al país a la vida decente y ordenada, para poder restablecer nuevamente la oportunidad fehaciente de libertad, justicia y democracia que merecen nuestras familias, nuestra nación.

¡Hoy les toca a ustedes jóvenes oficiales esta nueva etapa histórica! Como antes tocó a aquellos jóvenes junto a Ribas, Sucre y todos esos forjadores de libertades. Con esta “nueva estrategia Guaidó” es tiempo de encontrar la salida del laberinto de la usurpación, con los universitarios, los trabajadores, valientes mujeres, profesionales de distintas áreas, amas de casa, ¡todos a marchar hasta obtener la libertad! Custodiados por  nuestros jóvenes oficiales. ¡Hoy nos toca  a todos nosotros, civiles y militares que amamos a Venezuela, estar listos a la voz de mando de nuestro legítimo comandante en jefe: Juan Gerardo Guaidó Márquez. ¡Muera la tiranía, viva la libertad!

catedrainternacionalibertad@gmail.com

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