Cuando desde este viernes 7 de septiembre, comience el Gobierno nacional a desembolsar el primer pago del salario mínimo, decretado en Bs. S 1.800 a la administración pública, uno de los principales dolores de cabeza de los venezolanos en los últimos dos años, la escasez de circulante, amenaza con llegar a su punto cumbre.

El ajuste del salario mínimo, que entró en vigencia el 1 de septiembre, y que deberá pagar al sector público y “completar” al sector privado, unido al bono Reconversión monetaria de Bs. S 600; el incremento de las pensiones a Bs. S. 1.800 y el cestatique en Bs. S 180, constituyen los principales gastos del Plan de Recuperación Económica del Ejecutivo que colocan en un punto inalcanzable la meta de llegar a un “déficit cero” en los próximos 90 días.

“El gobierno anuncia una meta de déficit fiscal cero. Eso no está mal. Y se anuncian nuevos impuestos, pero también una subida de gastos corrientes (vía salarios y bonos). El tamaño del déficit es de 20 puntos del PIB. Eliminarlo de una, luce cuesta arriba”, observó recientemente Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica en su Twitter.

Según cálculos de la firma Ecoanalítica, “para el último cuatrimestre del año, el impacto fiscal de la nómina pública, pago de pensiones y bonos vía Carnet de la Patria es de US$ 3.986 millones, es decir, un promedio mensual de US$ 996,5 millones”. Así lo reveló la consultora esta semana.

Es decir, un impacto que equivale a 50% de reservas internacionales, que cayeron a 8.343 millones de dólares en agosto.

Por su parte, la firma Torino Capital ha estimado en 6 mil millones de dólares el costo del Gobierno de asumir la nómina de las empresas privadas.

Ante las cifras, los analistas no consideran creíble que el Gobierno logre cumplir con su objetivo de “déficit cero”. Por el contrario, estiman que el Ejecutivo continuará pidiendo al BCV la “impresión” de papel moneda para honrar los compromisos salariales.

De acuerdo al cronograma de pago anunciado por el Gobierno, la primera parte del salario mínimo que se cancelará a los empleados públicos será el equivalente al 25%, es decir Bs. S 450. Luego, el 14 de septiembre se hará el segundo desembolso y desde el próximo 30 de septiembre se hará quincenal.

Desde el 21 de agosto, apenas “estrenado” el nuevo cono soberano, el Gobierno comenzó a cancelar el bono Reconversión Monetaria y luego, el sábado pasado inició el depósito de las pensiones a más de 4 millones de beneficiarios, la crisis del efectivo adquirió un nuevo matiz que podría agudizarse desde este viernes en la banca, dado que los usuarios no logran acceder al papel moneda para gastos básicos como pago de transporte público.

“Tengo 4 días viniendo al banco a retirar aunque sea un millón de bolívares (Bs. S 10) y no he podido porque las colas de pensionados cada vez son más largas. Esto es un colapso increíble”, comentó en una entidad de la avenida Bella Vista la usuaria Adriana Contreras.

Según la agencia Bloomberg, el efectivo es tan escaso que la cantidad de cajeros automáticos en funcionamiento en el país está al nivel más bajo en casi siete años. A su vez, la cifra de lectores de tarjetas que ahora se utilizan para pasar tarjetas de débito y crédito en Venezuela por cantidades equivalentes a centavos por dólar -en transacciones como multas de estacionamiento y propinas a camareros- ha aumentado a casi 165.000 desde 2011.

Para el economista Alejandro Grisanti, el Gobierno “pretende a través del incremento del precio de la gasolina, del IVA, de la instauración del Impuesto a las Transacciones Financieras y del adelanto del Islr, meterle la mano en el bolsillo de los venezolanos, y sacarle un poco mas de $ 10.000 millones (…) sin dar ni una muestra de querer reducir o hacer mas eficiente su gasto, y de reformar el Estado”.

El Ejecutivo nacional, mientras tanto, apuesta todo a su plan de recuperación económica, y considera que, pasados los primeros 15 días (fue anunciado el 17 de agosto), “ya ha mostrado que es viable y genera resultados”, según dijo el presidente Nicolás Maduro.
Las cifras, sin embargo, siguen dando portazos en la cara a los contribuyentes: la hiperinfalción ya ronda el 50% semanal, 223% mensual, 200.000% es la inflación anualizada.

VÍA PANORAMA.

 

 

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