Caracas.- Sorpresa: Nicolás Maduro volvió a burlarse del país en cadena nacional mintiendo descaradamente sobre la derogación de Ley de Ilícitos Cambiarios. El problema no son las mentiras del Gobierno. El problema es que todavía quede gente que se atreva a creerle a la cúpula del poder. Lo han hecho durante 19 años y lo seguirán haciendo por el tiempo que permanezcan en el Palacio de Miraflores. ¿Cuántas veces ha mentido Maduro con respecto al tema cambiario, los controles y el cono monetario? Un inventario de los potes de humo sobre las medidas económicas fallidas es suficiente material para una enciclopedia. O dos. O tal vez una biblioteca entera, si se añaden mentiras, mentiritas y mentirotas conexas al tema económico:

“La Asamblea Nacional Constituyente aprobó una ley muy importante (…) que nos va a permitir ir desplegando un nuevo sistema cambiario del país, donde los dólares del pueblo que ingresen están garantizados para la vivienda, la educación, la salud, la producción (sic). Estoy seguro de que con el programa de recuperación, crecimiento y prosperidad económica (…) nosotros en este segundo semestre que está en pleno desarrollo vamos a tener victorias tempranas en la recuperación económica que Venezuela necesita”, dijo sonreído el presidente en un acto de campesinos celebrado en la ciudad de Caracas y transmitido en cadena nacional, el 03 de agosto.

Horas antes, Tareck El Aissami presentó ante la espuria Asamblea Nacional Constituyente el proyecto que derogaba el arcaico instrumento legal:

“Los venezolanos quedarán facultados para dirigirse a las casas de cambio que serán autorizadas por el Ejecutivo nacional y realizar “cualquier operación cambiaria de manera transparente, legal y segura, sin que el pueblo sea víctima de las mafias que roban las divisas convertibles y colocan desde Cúcuta, desde Miami, los marcadores llamados paralelos para desestabilizar nuestro sistema financiero y económico”, sentenció.

Y se repitió la historia: hubo quienes en verdad, de un lado y del otro, le creyeron “de buena fe” al presidente de la República. Se ayudaron con teorías políticas: que esto era un primer paso para un viraje por cuanto Maduro lo utilizaría para subsistir el poder. Medias verdades. Maduro anuncia medidas, cierto,para la supervivencia de su régimen, pero nunca para llevar a cabo la tarea de un viraje que permita la desregulación y apertura económica.

Ahí están los resultados: ya la Sudeban va detrás de las remesas. Apuntan al control de las operaciones de venezolanos en el extranjero. A la fuerza, las remesas deben pasar por las casas de cambio autorizadas; ergo, sigue el control. Y mientras haya control, habrá mercado negro. Y mientras haya mercado negro, la tasa de intercambio será mayor a la oficial. Atrás quedó el discurso de la despenalización. Al contrario: lo que sigue en la lista son más controles hasta la asfixia. 

VÍA EL COOPERANTE.

 

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