Hace dos años, las pacientes con cáncer de mama lloraban en la plaza Altamira en la primera concentración por la vida que hicieron los enfermos crónicos para denunciar que sus medicamentos comenzaban a escasear. Dos años más tarde, en la cuarta concentración, Mildred Valera, una de las pacientes con cáncer de mama que rompió en llanto en aquel momento, alzó su voz en la plaza Alfredo Sadel, en Las Mercedes, para denunciar que 15 de sus compañeras recayeron porque sus tratamientos fueron incompletos.

Ayer, cada enfermo que representaba un mal, en medio de la multitud fue tomando el micrófono para dar el reporte de sus compañeros, luego de dos años de crisis en el sector Salud: 5 pacientes fallecieron por falta de diálisis, 6 murieron con mal de Parkinson en 2 meses apenas, 2 personas al día fallecen con sida, 10 han muerto luego de perder el órgano trasplantado el año pasado, y otros 28 hemofílicos sucumbieron. Cada denuncia retumbaba entre los pacientes que asistieron. Ellos y sus acompañantes, con lágrimas en los ojos, alzaban carteles con los nombres de quienes perdieron la batalla contra la enfermedad en una Venezuela en crisis.

Activistas de la ONG Aconvida, que agrupa a mujeres con cáncer, rechazaron que se esté promoviendo la denominada “fiesta electoral” luego de que el CNE fijó las elecciones presidenciales para el 22 de abril. “Ya esto no es una crisis de salud sino un holocausto, un genocidio. Mientras la gente se está muriendo, al gobierno solo le preocupa perpetuarse en el poder. No queremos elecciones”, dijo la paciente Valera, quien lleva dos meses sin que se le entregue el bloqueador hormonal que debe tomar para evitar una recaída de cáncer de mama.

Damelis Puerta viajó desde Carabobo porque tiene lupus y el Instituto Venezolano del Seguro Social no le ha dado sus medicamentos. Su esposo, Carlos Molero, quien es trasplantado renal y tampoco dispone del inmunosupresor para evitar el rechazo del órgano, le empujaba la silla de ruedas porque ella tuvo una trombosis que la dejó sin una pierna y sin los cuatro dedos de la mano izquierda y dos del pie izquierdo. En un cartel, ambos pedían los medicamentos que necesitaban y dejaban su número de teléfono escrito. “Las elecciones presidenciales son una burla. No nos hablen de elecciones. Organicen el país”, dijo Puerta en la manifestación.

Desde el estado Carabobo viajaron 60 personas que viven con VIH para denunciar que no tenían antirretrovirales en su entidad y que los medicamentos que este mes les entregaron eran de pacientes que se fueron del país y no buscaron el medicamento. “La crisis humanitaria está en Miraflores porque allá no tienen humanidad”, gritaba Alberto Balcazar, diagnosticado con VIH desde hace tres años.

María Teresa Ferro acudió con un cartel para representar a los 2.200 pacientes que padecen esclerosis múltiple y que no pudieron llegar porque ya tienen alguna incapacidad, debido a que desde hace un año no toman el tratamiento. “No tenemos medicinas ni un paliativo para aliviar los dolores”, aseguró.

Todos gritaban en coro: “No queremos morir”. El presidente de Codevida, Francisco Valencia, entregó un comunicado a los diputados de la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional que asistieron a la protesta, en el cual solicitó investigar las causas de la crisis e identificar a los responsables de forma individual. El diputado José Trujillo tomó la palabra y dijo a las familias: “Les prometo que las muertes no serán en vano”.

Las ONG recogieron firmas para entregar un manifiesto sobre el recuento de la crisis en 2017 a la AN y a organismos internacionales.

Vía ElNacional.com

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