La ONG Soy Venezuela envió una carta al Grupo de Lima en la que sostiene que “la disolución inmediata de la constituyente es una línea roja que no puede ser negociada bajo ningún supuesto”, a propósito de la nueva reunión que sostendrán el Gobierno y la oposición venezolana este viernes en República Dominicana.

La carta enviada denuncia también que “el domingo 10 de diciembre tuvo lugar una nueva farsa electoral bajo la excusa de unas ‘elecciones municipales’. Este proceso fue convocado y subordinado a la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente. Los resultados no pueden haber sido otros que la violación y el desacato de la voluntad de los ciudadanos“, reza el texto, según nota de prensa.

“Nos preocupa sobremanera que, como parte del pacto que se está acordando, se proceda a convocar otra fraudulenta elección presidencial, adelantándolas para los primeros meses del año 2018. Esta decisión repetiría el mismo patrón de subordinación a la constituyente, dejando por fuera cualquier solución integral a lo que se denunció en la segunda declaración de los Cancilleres del Grupo de Lima del 20 de septiembre de 2017″, dice parte del texto.

A continuación la carta completa:

Excelentísmos señores Presidentes de los paises integrantes del Grupo de Lima Estimados Presidentes,

Después de saludarle muy cordialmente, queremos hacerle llegar en nombre de la Alianza por la República, SOY VENEZUELA, nuestra posición acerca de los últimos eventos que tienen lugar en nuestro país.

El día de ayer, domingo 10 de diciembre, tuvo lugar una nueva farsa electoral bajo la excusa de unas “elecciones municipales”. Este proceso fue convocado y subordinado a la ilegítima asamblea nacional constituyente. Los resultados no pueden haber sido otros que la violación y el desacato de la voluntad de los ciudadanos.

Simultáneamente, sigue su curso el diálogo en República Dominicana, cuyo próximo ciclo de encuentros es el viernes 15 de diciembre. Al respecto, consideramos oportuno resaltar lo siguiente:

  1. En Venezuela se produjo y se mantiene una ruptura del orden democrático y constitucional mediante la imposición fraudulenta de una asamblea nacional constituyente, cuyo origen fueron unas elecciones amañadas y violentas en las que se contrarió todo el ordenamiento jurídico que regula la ocurrencia de elecciones libres.

  2. La Declaración de Lima del día 8 de agosto del 2017 fue taxativa en su decisión de “no reconocer a la Asamblea Nacional Constituyente, ni a los actos que emanen de ella, por su carácter ilegítimo”. Lo mismo señalaron en las declaraciones del 20 de septiembre en la ONU, y la formulada en la ciudad de Toronto el 26 de octubre. Nunca como ahora esa decisión debe ser ratificada. Cualquier connivencia con esa asamblea constituyente representaría convalidar la disolución de la República y comprometer la posibilidad de la transición a la democracia.
  3. Por lo tanto, resultaría inconcebible que en los acuerdos del diálogo de República Dominicana se contemple la aceptación de cualquier modalidad de cohabitacion de la legítima Asamblea Nacional con la ilegítima constituyente. La disolución inmediata de la constituyente es una línea roja que no puede ser negociada bajo ningún supuesto; su aceptación sería inadmisible para la mayoría de los venezolanos, y un modelo muy peligroso para el resto de los países latinoamericanos.
  4. Igualmente, nos preocupa sobremanera que, como parte del pacto que se está acordando, se proceda a convocar otra fraudulenta elección presidencial, adelantándolas para los primeros meses del año 2018. Esta decisión repetiría el mismo patrón de subordinación a la constituyente, dejando por fuera cualquier solución integral a lo que se denunció en la segunda declaración de los Cancilleres del Grupo de Lima del 20 de septiembre de 2017. Ratificamos que, para que ocurran elecciones legítimas, antes es indispensable concretar la exigencia planteada por el Grupo de Lima el 15 de octubre del 2017, a saber “que se lleve a cabo una auditoría independiente de todo el proceso electoral, con el acompañamiento de observadores internacionales especializados y reconocidos”, con el fin de “conocer el verdadero pronunciamiento del pueblo venezolano”.
  5. La negociación del 15 de diciembre busca facilitarle al régimen los recursos que necesita para mantenerse en el poder, sin tener que hacer rectificaciones de fondo a sus políticas. La corrupción, el populismo, la indisciplina fiscal, el estrangulamiento del sector privado y el colapso productivo serán de nuevo financiados indebidamente, aumentando el endeudamiento y haciendo más difícil y más lejana la posible recuperación del bienestar.
  6. Por último, nos preocupa que hayan dejado de lado las que han debido ser condiciones previas a cualquier diálogo o negociación, como son la instrumentación eficaz de las medidas humanitarias y la liberación de los presos políticos. La normalización del país exige de una amplia amnistía, el cese de “la puerta rotatoria” mediante la cual se recicla el número de perseguidos políticos, el regreso de los exiliados con libertad plena, y la restauración de las condiciones mínimas indispensables para competir. Sin honrar estas condiciones previas no hay razones suficientes para creer que está ocurriendo una negociación de buena fe, a favor del país.

    Sería lamentable que malos acuerdos, que dejen indemne a la tiranía, sean refrendados por el acompañamiento de gobiernos que son parte integrante del Grupo de Lima. Los venezolanos no lo entenderían.

    Soy Venezuela solicita, por tanto, que el Grupo de Lima ratifique su desconocimiento a la asamblea constituyente y no permita que se convalide en República Dominicana un nuevo fraude a las expectativas de libertad y restauración republicana que tienen los venezolanos.

    Vía Caraotadigital.com

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