Para algunos usuarios fue un aumento inconsulto, que se cobró a la brava y que retrata el desgobierno. Para otros, más sensibilizados con el gremio, una medida urgente para evitar el colapso definitivo del transporte superficial: 80% de la flota ya está en paro técnico y podría llegar a 95% en enero, advierte el sector.

Ayer los conductores dispuesto a cobrar el ajuste, flanquearon las puertas de sus unidades para exigir a los pasajeros que cancelaran la tarifa con la cual el pasaje urbano pasó de 280 a 700 bolívares.

En la parada de la Asociación Civil de Conductores Casalta-Chacaíto-El Cafetal, en Chacaíto, algunos  colectores llevaban un morral a cuesta para resguardar el dinero recaudado por el cobro de pasaje. A José Malav»e no le bastaban las manos para sostener los billetes. «Es más cómodo», decía mientras hurgaba la mochila para reunir un vuelto de Bs 300.

En algunas unidades la norma era tácita, arrogante. Quienes se resistían al aumento no podían abordar las unidades. Pero hubo quienes reclamaron por medida que se ejecuta al margen de cualquier instrumento legal. «Esto es un abuso, no pueden cobrar un aumento de manera arbitraria, sin una aprobación de las autoridades. Yo pago cuando me muestren la Gaceta», replicaba Magaly Buendía, antes de abordar un autobús hasta Las Mercedes.

La medida acordada por el gremio de transporte, que está acompañada de una alerta de emergencia, suscitó disgusto en El Paraíso, donde algunos usuarios insultaban a los conductores al bajarse de las unidades: hubo amenazas de muerte.

En la zona se reportó un chofer de la Unión de Conductores de Antímano detenido por cobrar el aumento. La poca circulación de transporte superficial complicó la movilización por las avenidas intercomunal de El Valle, Nueva Granada y Fuerzas Armadas, cuyas líneas no se plegaron al llamado. Entre ellas, las cooperativas Silencio-Hipódromo,Coche-Hospital Vargas y Coche-Nortesur. El escenario fue distinto en San Martín,  El Paraíso, Montalbán y Antímano donde algunos trabajadores se manifestaron por el alza de 150%. «Estoy de acuerdo con que se ajuste. Pero el nuevo monto es un golpe para quienes cobramos sueldo mínimo», dijo Humberto Díaz.

Pedro Jiménez, presidente del Bloque de Transportistas del Suroeste, afirmó que varias líneas de esa coalición acataron el aumento y confirmó la detención de uno de sus compañeros por parte de la Policía Nacional Bolivariana. «Además de ello, no se presentó ningún inconveniente por el aumento. Los usuarios comprende el problema económico y la crisis de repuestoS que mantiene paralizada nuestras unidades». De talló que de más de 3 mil vehículos que suma el Bloque del Suroeste entre 47 líneas, 80% de la flota está paralizada por falta de cauchos y baterías.

En El Junquito las rutas troncales pasaron de Bs 600 a 1.400. El rezago de las tarifas ha provocado la migración de los transportistas a otras ciudades. Simón Ballesteros, presidente del Instituto Metropolitano de Transporte, sostiene que solo 35% de la flota está activa. Y advierte que 10% de los autobuses fue retirado del ámbito metropolitano.

Vía El Universal 

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