Mientras Maduro se desgasta en una retórica soberbia y una ambición sin límites para mantenerse en el poder, el país sigue hundiéndose en el desastre de la hiperinflación, la escasez de alimentos y medicinas, el colapso de los servicios y la violencia. El usurpador debe apartarse en vez de estar convocando a la destrucción y a la guerra.

Maduro es el principal responsable de la crisis humanitaria que padecemos. Con él no hay futuro. El usurpador encarna al pasado y a las mismas políticas fracasadas y rechazadas por el 90% de los venezolanos, por lo tanto, está obligado a retirarse y evitar así una tragedia mayor.

Juan Guaidó representa el cambio, la esperanza , la unidad y la reconciliación. El inicio de la ejecución de un Plan País producto del consenso unitario para salir del abismo con las reformas necesarias en lo político, económico y social. Esa Venezuela que seremos con el esfuerzo de todos y para todos.

Es el nuevo liderazgo, con temple, sin estridencias ni mesianismos. Un proyecto amplio e incluyente que tiende la mano rechazando el lenguaje del odio y el revanchismo.

El acuerdo y la acertada conducción de diferentes actores sociales y de los partidos políticos de la alternativa democrática desde el parlamento, han sido la clave para este avance imparable.

La Asamblea Nacional es el espacio plural al que le corresponde liderar la transición a la Democracia. Los diputados del PSUV deben reincorporarse al Parlamento, reconociendo a la mayoría, en el rol que les corresponde ahora como minoría y oposición, facilitando así la hoja de ruta para lograr la meta de unas elecciones libres y con garantías, es decir, sin presos políticos ni exiliados ni inhabilitados, con todos los partidos legalizados, con un nuevo CNE, con un registro electoral revisado, depurado y actualizado con todos los venezolanos que están en el exterior y con la participación de observadores internacionales independientes.

A quienes con comprensible desesperación afirman que hay que salir de esto ¨ya y como sea!¨, y hasta les parece bien una intervención militar extranjera, les recuerdo que no hay que confundir deseos con realidades complejas y que la política se inventó para evitar la guerra.

Hay experiencias de las que debemos aprender. Países que han pasado años atrapados en conflictos armados, nos enseñan lo difícil que resulta curar luego las heridas. Nelson Mandela, después de 27 años en prisión, y de todas las injusticias y calamidades que sufrió su pueblo, dijo que el principal desafío era el perdón para así poder mirar hacia adelante.

Esto no significa impunidad. El Estado de Derecho, la vigencia plena de la Constitución y la recién aprobada Ley de Amnistía y Reconciliación, nos darán las herramientas para garantizar que se haga justicia sin venganza.

Reiteramos el llamado que le ha hecho el Presidente Juan Guaidó a la FAN a facilitar la entrada de la ayuda humanitaria enviada por la comunidad internacional para enfrentar la grave emergencia de salud por falta de medicamentos para enfermedades graves y la terrible carencia de alimentos, que se cobran vidas todos los días. Es inaceptable que los responsables del gran saqueo que ha sufrido el país por el asalto de los dineros públicos, amenacen ahora con robarse los insumos que llegarán en las próximas horas. Les recuerdo lo que dice el artículo 328 de la CN: “En el cumplimiento de sus funciones, la Fuerza Armada Nacional esta al servicio exclusivo de la nación y en ningún caso al de persona o parcialidad politica alguna”.

@TablanteOficial

Fuente: La Patilla.

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