Cuando un accidente lo dejó cuadrapléjico hace 12 años, Marco Guillén quería morir. Pero sobreponiéndose a la adversidad se casó y adoptó una niña. Hoy, desesperado porque le faltan antibióticos, sondas y comida en una Venezuela en crisis, pide la eutanasia.

Confinado en un cuarto de siete metros cuadrados donde apenas cabe una pequeña cama y un refrigerador, ha grabado 16 videos desde julio de 2016 clamando ayuda.

En el más reciente lanza un pedido dramático al mandatario Nicolás Maduro: que le ayude a morir dignamente. Aunque la eutanasia es ilegal en Venezuela, Marco aboga por una ley para casos terminales o como el suyo.

Vía LaPatilla.com

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