El exasesor del presidente y uno de sus exasociados son las primeras dos personas que se presentan como parte de la investigación que el fiscal especial Robert Mueller lleva adelante por el Rusiagate. También fueron acusados de lavado de dinero y por actuar como agentes de un gobierno extranjero.

Paul Manafort, ex asesor de la campaña del presidente Donald Trump, y uno de los ex asociados de negocios de Manafort, Rick Gates, se entregaron este lunes al FBI como parte de las investigaciones del fiscal especial Robert Mueller sobre el Rusiagate y fueron imputados por un gran jurado de conspirar contra Estados Unidos, lavado de dinero, por actuar como agentes de un gobierno extranjero y varios relacionados con no reportar cuentas bancarias en el extranjero.

Mueller asegura en la acusación –que no inculpa a la campaña de Trump– que el exjefe de la campaña republicana lavó más de 18 millones de dólares producto de sus asesorías a otros gobiernos en la compra de propiedades, bienes y servicios en Estados Unidos. «Manafort usó su dinero escondido en el extranjero para llevar un estilo de vida de lujos en los Estados Unidos sin pagar impuestos sobre ese ingreso», se lee en la acusación. En el caso de Gates, denuncian que transfirió más de tres millones de dólares desde sus cuentas en el exterior a otras que él mismo controlaba.

Ambos están imputados también por dar falsos testimonios: «Como parte del esquema, Manafort y Gates en distintas ocasiones dieron información falsa a contadores financieros, de impuestos y a consejeros legales, entre otras cosas».

Además, explica que tanto Manafort como Gates actuaron como consultores políticos y cabilderos de gobiernos extranjeros al menos desde 2006 y hasta 2016 sin informar al gobierno estadounidense y generando «decenas de millones» de dólares que también ocultaron en cuentas bancarias en Chipre, San Vicente y las Granadinas y en Seychelles. «Actuaron sin registrarse como agentes del gobierno de Ucrania, el Partido de las Regiones (un líder ucraniano del partido político de Víctor Yanukovych, que fue presidente desde 2010 a 2014), de Yanukovych y del bloque opositor», dice el documento.

En 2005, señala la acusación, Manafort creó Davis Manafort Partners Inc. (DMP) para dar servicios de consultoría política y con empleados en Estados Unidos, Ucrania y Rusia. Más tarde, en 2011, creó DMP International, LLC, para atender a clientes extranjeros, en particular al gobierno ucraniano y al Partido de las Regiones. En ambas organizaciones Gates fungió como mano derecha del ex jefe de campaña de Trump.

Junto a Gates registró en Delaware, Florida y Virginia casi una veintena de empresas con las que condujo una campaña a favor del gobierno ucraniano tanto en Estados Unidos como en Europa. También registró otra docena de compañías en Chipre, dos en las Granadinas y una más de Reino Unido.

El presidente reaccionó este lunes en Twitter, como de costumbre, distanciándose de Manafort al asegurar que las indagaciones se centran en sus actividades previas a las asesorías que dio a la campaña republicana. «Disculpen, esto es años antes de que Manafort fuera parte de la campaña. Pero ¿por qué el foco no está en la corrupta Hillary y los demócratas?». En otro trino reiteró una frase que ha usado en otras ocasiones: «No hay colusión».

Se espera que Manafort y Gates se presenten por primera vez ante la magistrada Deborah A. Robinson este lunes a la 1:30 pm. Sin embargo, el caso fue asignado a la jueza del Distrito de Columbia Amy Berman Jackson, de 63 años, nominada para el cargo por el expresidente Barack Obama. El lavado de dinero, el cargo más grave por el que fueron imputados, conlleva una pena de prisión de hasta 20 años.

En otro caso separado, este lunes otro de los consejeros de política exterior de la campaña de Trump, George Papadopoulos, se declaró culpable de mentirle al FBI durante una entrevista que le hicieron en enero para indagar sobre sus contactos con un profesor ruso que tenía lazos con funcionarios del Kremlin, reportaron varios medios citando al fiscal del caso.

La caída de Manafort

Manafort ha estado bajo investigación por violaciones a la ley federal de impuestos, lavado de dinero y tras cuestionamiento sobre sus actividades de cabildeo con gobiernos extranjeros. Salió abruptamente de la campaña presidencial en 2016 luego de que se dieran a conocer sus negociaciones con el gobierno pro Moscú de Ucrania y sus labores como lobista en Washington a favor de esa administración sin documentarlas correctamente ante las autoridades.

En junio de este año, cuando se inscribió en el Departamento de Justicia como agente extranjero por esos trabajos, indicó en un documento de 87 páginas divulgado por medios que su empresa, DMP International, recibió entre 2012 y 2014 más de 17 millones de dólares del Partido de las Regiones, un partido prorruso de Ucrania que estuvo en el gobierno.

En el periodo que recoge el informe –antes de que trabajara para la campaña de Trump– detalla sus gestiones junto con su socio Rick Gates para mejorar la imagen del presidente ucraniano pro-ruso Viktor Yanukovych, que dejó el país en 2014 y se refugió en Rusia tras las protestas de distintos sectores de la sociedad descontestos con su gestión.

Desde mayo de 2017, Mueller dirige la investigación sobre la intromisión rusa en el proceso electoral estadounidense. Su nombramiento se produjo poco después de que el presidente Donald Trump despidiera abruptamente al exdirector del FBI, James Comey, quien conducía las pesquisas del caso que él mismo abrió en 2016 en plena campaña.

La elección de Mueller fue realizada por el vicefiscal general, Rod Rosenstein, porque el fiscal generalJeff Sessions tuvo que recusarse de la investigación luego de que se supiera que había tenido contactos con el embajador ruso cuando era miembro de la campaña de Trump.

La comunidad de inteligencia de EEUU concluyó en enero, pocos días antes de que el expresidente Barack Obama saliera del cargo, que Rusia interfirió en la elección para intentar ayudar a Trump a derrotar a la candidata demócrata, Hillary Clinton.

Trump y su campaña han negado las acusaciones de colusión con Rusia y ha dicho que las investigaciones e informes periodísticos son una «cacería de brujas». Moscú también ha negado las acusaciones.

 

Tomado de: Univision

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